Parece que ya en la Antigüedad los romanos preparaban un dulce similar a las torrijas, tal y como recogió el gastrónomo romano Marcus Gauius Apicius en su libro “De re coquinaria” en el siglo I d.C. Pero, según varias fuentes, tenemos que viajar al siglo XV para encontrar bajo el nombre "torreja" un alimento que por su gran aporte calórico se utilizaba para aliviar a las mujeres que acaban de dar a luz.
Nuestros colegas de la Academia Vasca de Gastronomía nos explican en sus Apuntes de Gastronomía por qué se convirtieron en un postre tan popular y es que "cuando en las casas solo existía la lumbre de la leña y paja, que servía a la vez para calentarse y cocinar, si querían hacer panes o bollos tenían que ir con la masa al horno de la panadería y cocerlos", sin embargo estos dulces fritos en sartén eran un postre sencillo de realizar y al alcance de todo el mundo.
Es por eso que llegada esta época y hasta Semana Santa, en muchos hogares vascos todavía se siguen haciendo torrijas como las de amama, pero también las podemos encontrar en las mejores pastelerías y confiterías de Euskadi y, gracias a Martín Berasategi, en las cartas de los más selectos restaurantes.
Entre la multitud de recetas que podemos encontrar, nos fijamos en las Torrijas hechas "a la antigua" de Unai del Sol, de la Cofradía Vasca de Gastronomía, y que puedes ver pinchando en el siguiente enlace.
Receta de Torrijas hechas "a la antigua"
Foto @bilbaofoodsafari