San Prudencio es el patrón de Álava y el 28 de abril es su día, tal vez uno de los más importantes y queridos por la población alavesa.
Miles de personas, en romería, se dirigen a la basílica de Armentia, lugar donde rinden culto a las reliquias del santo. Finalizado el acto religioso comienza la fiesta: concursos gastronómicos, deporte rural vasco y campeonatos de aurresku son algunas de las actividades con las que disfrutar.
Pero, vayamos por partes. ¿Quién fue San Prudencio? ¿Cuándo se inició esta tradición?
De manera resumida, podemos decir que Prudencio fue un anacoreta y clérigo que nació y vivió en Armentia, antigua aldea alavesa que hoy pertenece al municipio de Vitoria, y llegó a ser obispo de Tarazona. A mediados del siglo VIII ya aparece como santo en algunos documentos.
Se convirtió en patrón de Álava a mediados del siglo XVII y desde entonces todos los 28 de abril se festeja una romería para venerar al santo. Hoy en día se sigue celebrando la festividad y es gran tradición comer caracoles y perretxikos de temporada.
Respecto al consumo de caracoles en San Prudencio, hay indicios de que fueron introducidos por los gallegos que venían a Rioja Alavesa a vendimiar, a finales del siglo XIX. Simplemente los asaban y los comían, siendo los alaveses los que empezaron a guisarlos con la tradicional salsa de tomate y pimientos. Más tarde, apenas hace 100 años, es cuando empezaron a aderezarlos con chorizo, jamón e incluso perretxikos. Y lo que empezó como un plato humilde y de subsistencia, hoy se ha convertido, gracias al buen hacer en txokos y cocinas, en un suculento plato representativo de este territorio.
Tal vez los perretxikos tengan más tradición, ya que se comían desde el inicio de esta festividad. Era la seta de primavera que salía en los campos alaveses en el mes de abril. Antiguamente se encontraba al alcance de la gente más humilde, ya que la recolectaban directamente en los prados. Hoy se han convertido en un producto muy apreciado. Simplemente a la plancha, o en revuelto a baja temperatura dejándolo a medio cuajar es manjar de dioses.
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Y llegado a este punto… ¿No se os está haciendo la boca agua? Os invitamos a que acudáis a Armentia a disfrutar del Día de San Prudencio y os dejéis impregnar por su tradición. Es probable que queráis repetir año tras año, y llegue a convertirsen una cita ineludible en vuestro calendario. Al fin y al cabo… ¿No es así como empiezan las tradiciones?
(Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y @gourmetbilbao)